Transcurrió el invierno y cuando llegó el verano la familia Serrat, de nuevo, se trasladó a la Villa de Blanes y el Pijoaparte volvió ha hacer las visitas nocturnas a Maruja.
Pijoaparte soñaba muy a menudo con Teresa donde al final simpre la besaba. Una noche de julio, Pijoaparte llegó a la habitación de Maruja, había mucho silencio y Maruja aún no había llegado. De repente escuchó un coche y algunas voces, entre ellas la de Maruja. Poco después apareció Maruja en la habitación, ese día no llevaba el uniforme de trabajo porque Teresa le había invitado a navegar.
Esa noche estaban solos en casa y el Pijoaparte, por eso le dijo a Maruja que le enseñara la casa. Luego Pijoaparte quería ver la habitación de Teresa pero Maruja no quiso.
De repente Maruja se desmayó y Pijoaparte intentó reanimarla pero no lo consiguió. Quería ir a pedir ayuda pero no lo hizo porque no podía ser descubierto. Volvió a intentar reanimarla y tampoco lo consiguió. Asustado cogió la motocicleta y se marchó pensando que Maruja estaba muerta.
Teresa y su amigo estaban en el embarcadero y se les ocurrió invitar a Maruja a navegar. Entonces Teresa le regaló unas sandalias y unos pantalones para la ocasión. Teresa y Luis estaban esperando a Maruja para embarcarse. Maruja no estaba acostumbrada a llevar sandalias, por eso se cayó y se dio un golpe en la cabeza, pero ella dijo que estaba bién. Estuvieron navegando por la costa y luego fueron a cenar. Después de cenar fueron a tomar algo a una terraza que tenía discoteca. Al regresar a la Villa, Maruja se despidió de Teresa y de Luis y se fue a su habitación.
Teresa y Luis se fueron a dar una vuelta por el embarcadero y luego estuvieron en el porche de la Villa hablando y bebiendo. Después de un rato, fueron a la habitación de Teresa.
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