A las 6 de la mañana Pijoaparte estaba en el bar Escocés de la calle Madrid, donde había quedado con Maruja. Esperó durante tres horas y no apareció, por eso se fue a casa triste. En septiembre de aquel mismo año, el Pijoaparte y un amigo que se llamaba Sans fueron con dos chicas a la playa de Blanes. Pijoaparte se aburrió enseguida y pasó la mayor parte del tiempo apartado de los demás. Después de comer cada pareja escogió un sitio apartado para tener un poco intimidad. El Pijoaparte intentaba tener algo con la Lola pero ella se hacía la estrecha. Pijoaparte se cansó de insistir, se levantó y se fue en busca de Bernardo y después de discutir durante un rato, volvieron con las chicas. De repente vieron un coche llegar y la señora que lo conducía les echó del lugar donde estaban situados. Pijoaparte se disculpó a la señora al ver asombrado a la hija. Por la noche Pijoaparte intentó ver a la hija de la señora. Cuando consiguió verla salir de la casa hacia el embarcadero le dijo a Bernardo que se llevar a a las chicas a Barcelona, que él se quedaba.
Casualmente la chica era la Maruja. Pijoaparte se puso a hablar con ella y le preguntó que porqué no asistió a la cita y ella le dijo que no pudo.
Se besaron durante un rato y Pijoaparte le dijo que iría a visitarla por la noche, cuando todos estuviesen llegó la noche y todos dormían entró en el cuarto de Maruja y ella le dijo que se marchase o gritaría. Entonces él le dijo que gritara y ella no se atrevió. Hicieron el amor, cuando se despertó y la muchacha aún dormía, se dio cuenta de que Maruja era una criada.
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